BIENVENIDOS!!

ESTE ES UN INTENTO DE APRENDER A USAR ESTA HERRAMIENTA

viernes, 28 de mayo de 2010

Mi barrio.

Holaaaaa
Esta vez el tema era el barrio en q vivimos nuestra juventud, los amigos de infancia y grupos juveniles
cuando la profe lo dijo, como q me dió pena, porq mi barrio es mas fome, siempre lo ha sido
y tengo recuerdos tristes de esos días
mi vida ha sido tristona, de pocos juegos infantiles con niños
o poca vida adolescente en este barrio
pero ligerito me vino a la cabeza esta vivencia q les cuento


Mi barrio adoptado.

Mi barrio de infancia ha sido el de la adolescencia y la adultez. El de toda mi vida.
Nací y me crié en un barrio antiguo, de casas grandes y pareadas por lado y lado, con piezas grandes y patio que parecía gigante cuando era niña.
Era un barrio de viejos, no había niños ni gente joven; la calle era ancha y separaba a los vecinos. No había vida “grupal”. Todo era puertas adentro.
Escasamente el “Buenos días” o “noches” respectivo. Nos conocíamos todos, pero no existía una relación profunda, más amigable.
Recuerdo el antejardín, en que había un diamelo que despedía una fragancia exquisita durante su floración; y unas “alcachofas” mágicas para mí, q hasta el día de hoy no sé cómo se llaman esas plantas. Estaba separado de la calle por una verja de tablas, sin entrada de autos. No recuerdo a vecinos que tuvieran auto en esos años…
Yo era la única niña y joven en mi casa, y en la cuadra. Me aburría…
Así que adopté el barrio de una compañera y amiga de colegio, que era muy entretenido. Era más poblacional, con muchos niños y jóvenes, todos se conocían, entraban a las distintas casas sin mayor problema, y compartían lo que hubiera de comida, se compartían las familias, peleas, todo. Sin pudores ni egoísmos.
Recuerdo que para el 18 de Septiembre, Pascua y Año Nuevo, adornaban el pasaje de acuerdo a la festividad de turno, Lo cerraban por lado y lado, y sacaban mesas, sillas y cuanto hiciera falta para una gran cena bailable en la calle. Era como la mesa del Té Club, ese comercial que salió muchos años después y que cada vez que lo veo, me lleva a ese barrio prestado, “adoptado” y maravilloso de mi adolescencia.
Al principio me sentía rara, pero muy luego me adapté y pasaba metida allá. Fui a mis primeras fiestas, conocí mi primer grupo de amigos y a mi primer amor juvenil.
Un amigo que me iba a dejar a mi casa, eran como 15 minutos caminando y hablando; yo en las nubes y él me cantaba esa canción que decía: “tan pequeña es, tan frágil es, sin ti, lo sé, yo ya no puedo vivir”, y yo me derretía.
En esos días era chica y flaca, con pelo largo, liso, castaño dorado...me encantaba mi pelo!!
Al llegar a mi casa, nos quedábamos otra hora larga conversando, hasta que una noche sucedió: llegó mi primer beso, que nervio más grande. Fue maravilloso para mí, y recuerdo haber entrado a mi casa y pasar directo al baño, a mirarme al espejo, juraba que algo habría cambiado, que se me iba a notar y que me pondría roja, lo que me delataría a los ojos de mi madre y ya no me dejaría salir.
Lo que me extrañaba era que me había gustado a morir, y todas las amigas que habían pasado hace rato por esa experiencia, contaban que había sido “asqueroso” sentir esa lengua intrusa y húmeda…y a mí me había encantado!!!
Con más ganas y encantamiento seguía yendo, organizábamos salidas al cerro San Cristóbal, caminatas, picnic, actividades solidarias, deportivas, etc.
Nos juntábamos en una casa y poníamos algo de dinero, lo que pudiera cada uno, y hacíamos maratón de naipe, ese que tiene oros, basto, espada y copas.
El juego preferido era la escoba, en que había que sumar 15 con las pintas, y no faltaban los picotas, que tiraban las cartas y se iban enojados por perder; y el resto quedábamos muertos de la risa, tomando bebidas y picoteo escaso, pero de risa abundante y miradas cómplices por la trampa no descubierta y compartida.
Se usaban los pantalones "pata de elefante"...eran ajustados en la pierna y anchos a la altura de la pantorrilla para abajo.
Mi mamá me había hecho unos preciosos, de piel de durazno, que era una tela peludita y suave como los duraznos peludos. Me sentía la muerte con mis pantalones nuevos. Todos mis estrenos de vestuario eran allá, en ese barrio amigo.
Mi mamá era muy inteligente, trabajadora y hábil. Ella me hizo mi primer sostén, blanco con florcitas azuladas, lleno de pespuntes. También me hizo un par de zapatos y un bolsón para el colegio, que me cargaba, porque yo quería uno de vitrina, más lindo.
Mi amiga tenía almacén en su casa, esos negocios de abarrotes que tenían de todo, lo que a una se le ocurriera o necesitara, y era el único en varias cuadras.
Así nos conocimos, un día fui a comprar y la joven que atendía era cara conocida…jjajaja…hasta que nos vimos al otro día en clase. Se vendía el aceite a granel, en un tambor grande, inmenso, había una bomba y me fascinaba ver cómo salía ese líquido amarillento. Para mí era muy entretenido ayudarla, ella se aburría, pero para mí era novedoso el juego de “vender”.
Y a la hora de once, una elegía lo que quería comer y era llegar y sacar…que delicia!!!!
Me extrañaba mucho que llegaran con una libreta o cuaderno, era la venta “al fíado”, las vecinas pedían lo que necesitaban y pagaban a fin de mes, para el pago de sus maridos. Sin mayor trámite ni avales por medio. Sólo su palabra.
Otra junta era en la iglesia del barrio, para Semana Santa y el mes de María; en esas procesiones se sacaba la virgen a pasear por las calles y se armaban los pololeos y citas amorosas.
Amaba ese barrio, lo encontraba maravilloso, tan distinto al mío, apenas a unas cuadras…pero era la otra cara de la moneda.



CarmenRosa


PEQUEÑA Y FRÁGIL
Sabu

Saber dónde estás y como estás quisiera,
si te acordarás hoy de mí, fuiste el primer amor
mi vida entera, ya nunca podré olvidarme de tí;
debo hacerte una confesión sincera
yo sigo esperándote, como ayer.

Tan pequeña es, Tan frágil es
sin ti lo sé, yo ya no puedo vivir,
Tan pequeña es, Tan frágil es, sin ti lo sé, yo ya no puedo vivir

dudududadi
larararala

saber dónde estás y como estás quisiera,
si te acordaras hoy de mi
Cada noche sueño que tú estás conmigo,
que vuelvo a sentir tu voz y tu piel


Tan pequeña es, tanto yo la amé
tan frágil es, ooooooh noooo
sin ti lo sé, yo ya no puedo vivir

Tan Pequeña es, tanto yo la amé
Tan frágil es, si si si
sin ti lo sé, yo ya no puedo vivir.

Siento que no encontraré una mujer como tú otra vez
frágil como tú ooo
dudududududaralaaarara lalalalalala

Saber dónde estás y como estás quisiera,
si te acordarás hoy de mi
fuiste el primer amor mi vida entera
ya nunca podré olvidarme de ti.

No hay comentarios:

Publicar un comentario